El estudiantil no reacciona, su juego no le permite sacar ventaja en su casa, los jugadores no encuentran el libreto que escribe el técnico Adrián Romero a quien el fierro caliente que agarró comienza a quemarle pues las críticas en contra de su trabajo le llueven y como si ello fuese poco ya piden la salida del cuerpo técnico y muchos de los jugadores quienes "no muestran actitud, menos el amor a la camiseta".
Por la vereda del frente las cosas son diferentes, pues el santo continúa acariciando la Copa Libertadores, aunque el técnico Eduardo Villegas subrayó que no es hora de las distracciones; al contrario el elenco tiene que estar más concentrado para mantenerse entre los primeros de la tabla de posiciones hasta que finalice el torneo, cada puntos para el equipo de Oruro será "cuidado como si fuesen en cotejos de finales".
Los universitarios están en la lona, no pueden sacar fuerzas para escapar del tablero del punto promedio, las unidades que sumaron hasta la fecha comenzaron a apretar más la soga que se pusieron en el cuello. Los jugadores, simplemente se limitan a no realizar declaración alguna y las complicaciones están a la orden del día.
San José funcionó como una orquesta en las tres líneas y su complemento, Javier Sanguinetti, Jair Torrico, Rodrigo Ramallo y Jair Reinoso son los jugadores que más se entienden a la hora del ataque, el funcionamiento de conjunto permite que el santo se meta a la lucha por el campeonato.
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