Dejar una institución sólida y lograr el título del fútbol boliviano con San José -luego de más de 10 años-, son los principales anhelos que tiene el presidente de la entidad "santa", Wilson Martínez, quien ratificó que se quedará al frente del club orureño hasta culminar su gestión en mayo del 2019, en caso de no conseguir el campeonato, señaló que su gestión tendría un punto negro y sería considerado como un fracaso.
Cumplido el primer año de la gestión de Wilson Martínez al frente de la entidad de la "V" azulada, se pueden rescatar muchos puntos positivos en favor de quien en su momento fue nombrado como "el hincha salvador de San José", ya que llegó en un momento crítico para la institución "santa", con varias deudas de por medio, luchando por salir de los últimos lugares de la tabla de posiciones y con una incertidumbre institucional tangible pues en menos de un año se tuvieron a varias personas al frente de la entidad orureña.
Los logros de Martínez fue el de arriesgar su propio patrimonio para saldar diferentes deudas dejadas por exdirigentes, mismas que hasta hoy en día se siguen pagando, ya sea en materia de adeudos a jugadores, técnicos e incluso empresas, además de pagos impositivos.
De ubicarse en las últimas posiciones, el dirigente realizó contrataciones claves de técnicos y jugadores que posibilitaron que el plantel orureño pueda conseguir una clasificación a un torneo internacional y salir de la incómoda posición que estaba inmerso, obviamente que esto tuvo un costo grande para él, porque su inexperiencia en la labor dirigencial lo llevó a cometer algunos errores en cuanto a contrataciones.
En este año se vio a un dirigente más solvente, con nuevos objetivos y por ello se hizo una planificación especial en cuanto a la búsqueda de un técnico de buenas condiciones, y jugadores que estén a la talla de un sueño que tienen los orureños desde hace casi más de 10 años, volver a alzar la Copa.
La actual gestión comenzó con algunos altibajos como la pérdida del primer partido en condición de local, las deudas que no paraban de llegar y la desclasificación de la Copa Sudamericana, aspectos que en algún momento llevaron a pensar al dirigente en "tirar la toalla", pero más pudo el apoyo de la afición para que Martínez, reconsidere esa posición.
Al finalizar el primer semestre, Martínez calificó de positivo su primer año al frente del club, destacando que se cumplieron algunos objetivos trazados, aunque lo que faltó fue pelear el título del torneo Apertura y la clasificación a Copa Libertadores que se le escapó por segunda ocasión.
Señaló que para tranquilidad de la hinchada, culminará su gestión hasta mayo del próximo año y que sigue vigente el objetivo de ser los primeros de la tabla de posiciones y obtener un certamen internacional, para ello el plantel se reforzará convenientemente y solo se espera el apoyo de toda la afición orureña para mantener al club en una estabilidad económica y futbolística.
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