Corría el minuto 14 del primer tiempo, el defensa chileno se equivoca en despejar la pelota, Saucedo atento, logra tenerla en su poder y con una jugada magnífica por encima del portero, acomoda el balón al fondo de las redes. El público en el estadio de Coquimbo enmudece y más cuando el goleador comienza el festejo, nadando en el césped simulando nadar en el mar que un día fue boliviano.
Esa escena es uno de los valiosos recuerdos evocados en la mente de Carlos Enrique Saucedo Urgel, goleador por excelencia, un gran jugador y ser humano cuyo concepto de familia está siempre presente en su vida.
El barrio "10 de Octubre" de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra fue testigo de su llegada a la Tierra, el 11 de septiembre de 1979. Desde muy niño fue inquieto y su pasión estuvo centrada en el fútbol, deporte llevado en su sangre.
"En mi barrio jugaban siempre y desde niño me gustaba la pelota, lo hacía por diversión. Yo quería ser jugador profesional, por eso decidí jugar y hasta el día de hoy sigo con lo que es el fútbol. De niño fue hincha de Oriente Petrolero, pero una vez en el fútbol profesional, dejó de serlo", aseguró.
A los 15 años jugó en su primer club Rancho Nuevo, pertenecía a la Segunda de Ascenso de la Asociación Cruceña de Fútbol. Tiempo después pasó a "24 de Septiembre" en la "B" del fútbol cruceño. En ese torneo salió goleador y su equipo ascendió a la "A". Al año siguiente también salió goleador con el mismo plantel.
Antes de llegar al fútbol profesional, pasó por varios equipos de categorías inferiores, como Destroyers, Cooper, Universitario del Beni y Guabirá (descendido). Siempre con el sello de goleador, pero pese a esa destreza, ningún equipo de la Liga se interesó en él.
Fue en el 2006, cuando tenía 26 años, se le dio la oportunidad de llegar a un club de la Liga Profesional del Fútbol Boliviano. Oriente Petrolero le abrió las puertas, para ello, fue el propio Saucedo que habló con el técnico de nombre Amadeo. Él se encargó de darle la oportunidad para probarse, sin embargo, cuando estaba a prueba lo botaron del equipo al técnico. Llegó "Tucho" Antelo y cuando se iba a cerrar el libro de pases, fue él quien le dijo que se quedaría en el equipo.
Su primer debut fue contra Aurora, llevaba la casaca 11, pero cuando anotó su primer gol, le cambiaron la casaca por la 9, número que mantiene hasta estos días.
Para la celebración de su gol, aún no llevaba la polera debajo la casaca con la Virgen de Cotoca, sino que esa situación se daría partidos más adelante. Fue su abuela, Mireya Medina Durán (+) quien lo motivó. Al ver que su nieto no tenía la oportunidad de ingresar a algún equipo de la liga, le dijo que su sueño lo pida a la Virgen de Cotoca.
"Eso se me quedó y pedí que me dé una oportunidad. Al ver que me concedió jugar profesionalmente, desde entonces dije que todos los goles que iba a meter, iba a llevar una polera debajo con la imagen de Ella en agradecimiento a que me dio la chance de jugar en el fútbol profesional", señaló.
De Oriente pasó por varios equipos profesionales como Bolívar, Deportivo Quito (Ecuador), Blooming, The Strongest, Aurora, Independiente de Medellín (Colombia),
San José, Saprissa (Costa Rica), Oriente Petrolero, Blooming, Real Potosí, Guabirá y nuevamente San José, club en el que milita en la actualidad.
SAN JOSÉ
Fue recién en el 2012 que Saucedo llegó a San José. En el 2011 le hablaron para jugar en el equipo, cuando jugaba en Colombia. Ese año recibe la noticia de su abuela, estaba enferma, decide volver a Santa Cruz para cuidarla, para él fue la madre que lo crió. Luego de su fallecimiento, el goleador atravesaba una situación difícil, desde San José le habló el presidente de entonces Walter Mamani y el técnico Marcos Ferrufino.
"Llegué a un acuerdo, pero a último momento decidí no ir, porque estaba muy mal, no quería alejarme de mi familia, estaba afectado por lo de mi abuela. Me quedé sin jugar seis meses. Al año siguiente (2012) me volvió hablar la misma dirigencia, también me hablaron otros clubes, pero decidí por San José por la confianza que me tuvieron, pese a no jugar esos seis meses, insistieron y eso pesó para que vaya a San José", recordó.
No fue fácil su llegada, porque el ídolo era Botero. Al principio, no le salían las cosas y la gente no lo aprobaba. Sin embargo, a medida que comenzó a meter goles se ganó el cariño de los hinchas. Debutó contra Bolívar en un partido amistoso, anotó su primer gol con la casaca santa; pero oficialmente jugó contra La Paz Fútbol Club y allí anotó su primer gol oficial con San José.
SAPRISSA
De San José se fue al Saprissa. Para él fue duro porque su familia no quería irse de Oruro, sin embargo, los convenció. Él también no quiso dejar al equipo, no por algo dijo que, si no saldría al fútbol del exterior, se quedaría en San José, pese a que le hablaron de otros equipos como Bolívar, The Strongest, Oriente Petrolero, Blooming.
"Me acuerdo que estaba calentando en el partido que debuté en Saprissa y cuando iba a entrar, la gente comenzó a corear mi nombre, sin haber jugado ni un minuto. La gente no me conocía, ni me había visto en cancha y ya me demostró su cariño, eso para mí fue muy lindo, un gran recuerdo del Saprissa, salí goleador y bicampeón", contó.
EL RETORNO
El deseo de Saucedo era volver a San José después del Saprissa, pero por la enfermedad de su hermana se quedó en Santa Cruz. Hasta que el presidente Wilson Martínez lo convenció en volver.
"Cuando regresé a San José había gente que me quería, hablo de la hinchada, como había gente que no, porque decían que ya estaba mayor y en lo último de mi carrera. Lo que he conseguido con San José, lo gané con mi trabajo, si había gente que no confiaba, ahora cambiaron por mi esfuerzo. Soy el goleador histórico de San José, a un gol de convertir un gol 100 y quiero dejar una marca de goles que sea difícil de repetir", afirmó al señalar que quiere terminar su carrera en San José. El goleador está muy agradecido con la hinchada de San José porque en cada momento recibe su cariño.
"Siempre me están obsequiando algo, aunque no pareciera que es gran cosa, pero para mí significa mucho. Lo último que me dieron fue de un hincha que de un sector de la barra me regaló una gigantografía con mi foto, por eso digo que siempre han dejado un gran recuerdo en mí. San José es parte de mi vida y de mi corazón", indicó.
SELECCIÓN
Su esfuerzo y su carisma de goleador lo llevó a la Selección Boliviana, precisamente su recuerdo más grato fue cuando marcó tres goles en el partido contra Uruguay, se jugaba las eliminatorias rumbo a Brasil. Otro gran momento fue cuando jugaron en Coquimbo un partido amistoso contra Chile, fue allí que le marcó dos goles. Uno de ellos lo celebró nadando y fue motivado por la misma gente chilena, ya que un día antes del partido, él junto a otros compañeros salieron a caminar cerca del hotel, pero se encontraron con gente hostil que los insultaba y molestaba por el mar.
"Eso me molestó, esa noche después de la cena me puse a pensar en eso, y dije si hacía un gol, festejaría nadando en su estadio. Convertí dos goles, el primero los dejó en silencio, pero me gané el insulto de la gente como de los jugadores rivales", dijo.
CABALLO
Carlos Saucedo es conocido como "El Caballo", apodo que se lo ganó cuando estaba en el primero medio del colegio Boliviano Inglés. En los recreos siempre jugaba con la pelota, había un director que le tenían miedo y cuando él hablaba se callaban todos. Un día correteaba con la pelota y él pasa. Me grita - Saucedo deje de corretear que parece un caballo - entonces, todos escucharon en el colegio, eso se fue a mi barrio y desde esa vez me llaman así.
Para llegar hasta donde está, mucho tuvo que ver la forma de preparación, la disciplina y el cuidado personal. A entrenar llega una hora antes, en el club se armó un mini gimnasio, donde hace pesas, brazos, prevención de lesiones, entre otros ejercicios.
"El cuidado personal es importante, como la alimentación, evitar comer grasas, tomar gaseosas. No salgo a fiestas, no conozco un boliche acá, nadie me puede decir que lo vi a Saucedo en una discoteca", resaltó.
Saucedo es capitán de San José y también es referente no solo dentro de la cancha, sino también fuera de ella y en los entrenamientos. Motivador de los juveniles.
"Hablo con ellos, les aconsejo porque estuve también como ellos, sufrí muchas cosas antes de llegar al fútbol profesional, trabajé de ayudante de albañil, de pintor, hice muchas cosas para conseguir mis sueños. Les digo a los jóvenes, a los niños, si quieren llegar a ser futbolistas, que no se caigan tras el primer obstáculo, sigan intentando, sigan luchando que con mucha fe conseguirán sus sueños", manifestó.
El goleador está a un paso de convertir el gol 100 en San José, aquella meta será resultado de su esfuerzo, pero también de tener el apoyo de la familia que tanto quiere y la tiene como bastión de su vida, como es su esposa Marleni Céspedes que siempre lo apoyó en las malas y en las buenas, y de sus dos hijos amados, Carla Alejandra y Carlos Enrique.
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