lunes, abril 03, 2017

Jair Reinoso “De nada sirve ser goleador y que tu equipo esté último”



Pese a la dificultad por no cobrar, el delantero colombiano de San José, Jair Reinoso, volvió a mostrar su pasta goleadora que le caracteriza y en cinco fechas se catapultó, con siete goles, entre los máximos artilleros del torneo Apertura. Su mejor carta de presentación fue el triplete endosado a Blooming en Santa Cruz para el empate 3-3 de su equipo. Siempre con una sonrisa por el respaldo de su familia, en especial de su esposa, Isabel Castro, Reinoso sortea la crisis económica del equipo orureño. Aquí sus impresiones de lo que vive en estos momentos.

¿Cómo le hizo Reinoso para meterse tan rápido entre los artilleros del campeonato?

Sí, gracias a Dios. Al principio costó un poco porque mis compañeros no conocían mi forma de jugar, pero ahora es distinto, salen las cosas casi de memoria. Gracias a Dios estamos mejorando, más que todo en lo grupal antes que en lo personal, eso me tiene contento porque los goles han servido para sumar.

¿Te sucedió esto antes, de convertir primero un doblete y al otro partido un triplete?

Así seguido no, había marcado varios dobletes y después tres en un partido cuando estuve en Aurora justo jugando ante San José, pero así seguido, nunca. Es lindo, porque ayuda para sumar y para que uno esté contento, y seguro que cada partido se puede marcar. Ahí, en broma dijimos: uno, dos, tres y ahora tengo que hacer cuatro, vamos a ver si la cuenta sigue, todo sea para ganar.

Ante Blooming se vio al Reinoso explosivo que los hinchas quieren ver, ¿se puede esperar todavía más?

Siempre se puede más, hay cosas para mejorar y demostrar. Esperemos que sea así, yo para eso trabajo día a día para seguir haciendo goles y darles alegrías a este grupo, que se lo merece, todos saben la situación difícil por la cual atravesamos.

¿Costó retomar la senda goleadora tras el debut ante Oriente Petrolero?

Sí. Costó porque uno quiere marcar, siempre quiere estar ahí, porque confía en el grupo y el grupo confía en uno, y cuando no haces goles te sientes un poco mal, pero ya esas cosas pasaron, los goles también han llegado y ahora a encarar el día a día.

¿Afectó el no haber convertido ese gol a Daniel Vaca cuando enfrentaron a The Strongest?

Afectó y mucho, porque justo después de esa jugada nos hicieron goles y perdimos el partido, pero hay un gran grupo. En todo momento me apoyaron, no me recriminaron. Yo me dije “tranquilo, si me apoyan mis compañeros no puedo decepcionarlos, debo seguir trabajando y hacerlo”. Me dijeron que gozaba de la confianza de todos y que debía estar tranquilo pese a todo.

¿Pensaste que estabas en posición ilícita en ese instante?

Me sorprendió mucho porque hasta el estadio quedó callado. Yo tengo experiencia en el fútbol pero uno no termina jamás de aprender, ahora sé que aunque esté fuera de lugar tengo que convertir, por ahí el árbitro se equivoca, o no estoy fuera de lugar; insisto, igual debo patear.

¿Terminaste de engranar en el ataque de San José?

Hay cosas por mejorar, por ello como grupo ya conocemos las virtudes y las debilidades de cada jugador que tenemos dentro de la cancha, entonces sabemos cómo manejar esto, lo importante es que el profe (Freddy Cossío) y los jugadores se conozcan para poder demostrar lo que uno sabe, cada fin de semana.

¿Cómo decides llegar a San José?

Volví a Bolivia un poco tarde, todos los equipos estaban armados, tenía algunas opciones, y estuve a punto de quedarme parado hasta junio. El profesor (Julio) Zamora fue a jugar con Aurora a Cochabamba, yo fui a verlos y él me dijo que si podría ayudarles porque estaba necesitando un jugador de mis características y acepté, por eso llegué.

Hoy el equipo atraviesa una dura crisis económica, ¿fue un error venir a San José?

No me arrepiento para nada. Aquí, a pesar de la situación económica, viví y vivo cosas lindas. Existe un grupo que a pesar de las adversidades siempre está feliz, además uno en la vida aprende, se debe estar donde más lo quieren y aquí siento ese cariño. Lastimosamente las cosas económicamente no están bien, pero bueno, espero que eso vaya a mejorar, porque arriba hay un Dios que todo lo ve y es justo, él sabe los sacrificios que estamos haciendo, él nos va a premiar.

¿Cómo hace el equipo para revertir esta situación?

Te duele, porque todos aquí somos cabeza de familia y no llevar una moneda a casa es bien difícil, gracias a Dios tenemos familias que nos respaldan y están siempre con nosotros, saben la situación. Te duele eso, pero cuando estamos dentro de la cancha nos olvidamos, tratamos de disfrutar, el vestuario está feliz y eso es importante para afrontar cada uno de los partidos.

¿Este San José está para dar batalla en la punta con un mejor trato?

En el fútbol nada está escrito, no dice que por estar al día vas a estar puntero y campeón, o que si no te pagan vas a estar último. Pero te afecta la cabeza y mucho. Cuando no tienes que pensar en el tema económico estás tranquilo, juegas tranquilo, por ahí cometes un error y lo quieres revertir, o te hacen un gol y lo quieres revertir. Pero cuando no tienes la cabeza tranquila por el tema económico, pasa que cuando te hacen un gol o te equivocas, dices que hasta eso me sale mal, todo te sale mal y eso la verdad afecta mucho la cabeza. Creo que cualquier trabajador en el mundo merece que le paguen su sueldo porque es sagrado.

En junio termina tu contrato, ¿estás más cerca de seguir en Oruro o buscar otro rumbo?

Se lo dejo a Dios, él sabe dónde ponerme, yo siempre le pido que me ponga en un lugar donde sea feliz, y aquí soy feliz, ya veremos en junio qué pasa, no quiero adelantarme. Estoy agradecido por la gente, mis compañeros, por el recibimiento, nos hacen sentir bien, pero el fútbol es muy cambiante y en junio pueden pasar muchas cosas y uno debe pensar en su familia.

El buscar superar con San José tus marcas de goles, ¿puede motivar a continuar hasta diciembre?

Quiero llegar a más goles, siempre y cuando el equipo esté allá arriba, porque de nada sirve ser un goleador de la Liga y estar últimos. Siempre y cuando sirva para lo colectivo, espero en este semestre hacer muchos goles. La última vez que estuve en The Strongest hice 20 goles y ahora espero superar eso.

¿Tu familia cómo asume el hecho que no les paguen?

Esa es mi tranquilidad, ellos viven conmigo, como dicen: “a muerte”. Hoy no pueden estar conmigo por la situación, están en Cochabamba; agradecerles a mis suegros que soportan estas cosas, yo con vergüenza porque soy cabeza de familia y por estar ellos allá por esta situación. Tengo una gran familia que me apoya en todos lados.

¿Te identificás más con la camiseta ‘18’ que la ‘9’?

Con la 18, aunque tengo un dilema porque mi última hija nació un 14, y la primera un 18 y desde ahí vengo utilizando el 18, y ya, cuando mi hija empiece a razonar, voy a tener que buscar una explicación del por qué no tengo el número de la camiseta del día que nació ella. Creo que voy a sumar 18 más 14 y voy a tener que ponerme la 32 (sonríe).

¿En qué maduró ese Jair Reinoso que vino a Bolívar en 2008?

Cuando llegué estaba muy joven, a pesar que había jugado en Argentina y Francia, me faltaba más fogueo en primera división. Marcelo Claure me trajo a Bolívar y a él le agradezco mucho por traerme acá; él puso su grano de arena para que yo venga y ahora ya soy un jugador que estuve en varios países y que ha aprendido muchas cosas.

¿Saliste de la cantera de River Plate?

Estuve realizando inferiores ahí, y por cuestión de cupo, que la prioridad la tenía (Radamel) Falcao, me tocó salir, pero fue una linda experiencia.

¿Qué baile es el que interpretas en tus festejos?

Es un poco de salsa, salsa choque que se baila en Colombia. A veces preparo miles de cosas pero cuando llega el momento del gol, es una confusión entre la emoción y las ganas de gritar. Pero siempre trato de hacer algo para que la gente disfrute.

Cuando se supo que venías a San José volvió a viralizarse una supuesta participación tuya en el programa televisivo ‘Caso cerrado’. ¿Fue real ese dilema judicial?

Creo que soy más famoso por ese video que por los goles que hago. Estuve en el 2001 ahí, pero no era un caso mío, sino un caso que prepararon. Yo simplemente era un muchacho de 15 años y que le digan que por hacer el programa le van a pagar 300 dólares, solamente fui ahí. Es una anécdota de mi vida.

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