Uno de los hinchas de Corinthians que estuvo preso en Oruro tras la muerte del joven Kevin Beltrán en el enfrentamiento de Copa Libertadores entre el plantel brasileño y San José el año 2013, fue asesinado el sábado junto a otros siete miembros de la hinchada blanca en una de las sedes del club.
La Policía brasileña informó a la prensa que posiblemente el hecho esté ligado a un caso de tráfico de drogas.
"Siete personas murieron en el lugar y una murió en el hospital. La Policía civil ahora investigará qué pasó”, declaró a la AFP una portavoz de la Policía Militar paulista.
Según la información de diferentes portales, se trataría de al menos dos hombres armados que ingresaron a la sede de una de las facciones de la hinchada corinthiana gavioes da fiel que llevaba el nombre de Pabellón Nueve.
Los siete cuerpos se encontraron bastante cerca y en el piso, por lo que la Policía concluyó que fueron acribillados luego de que los obligaran a recostarse.
El club brasileño no se pronunció al respecto de manera oficial, sí en sus redes sociales donde afirmaron estar de luto, pero una responsable de prensa de Corinthians afirmó que mientras no exista un informe oficial de la Policía de Sao Paulo, el club no realizará ningún tipo de declaración.
Respecto a que el hecho se produjo en sus instalaciones dijo que "la hinchada no es el club”.
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