lunes, octubre 27, 2014
Miguel Zazhú: ‘Debe dejarse de lado tanta envidia’
Miguel Ángel Zazhú dirige a San José. Es uno de los técnicos extranjeros —de nacionalidad argentina— que trata de remar en las aguas —por lo general difíciles— del fútbol boliviano. Trabajo en su intento de hacer que el conjunto orureño sea protagonista y pelee la opción de conseguir un título a nivel nacional.
— ¿Cómo está San José hoy?
— Es un equipo que se sacrifica y lucha, tiene un plantel con muchos jugadores para quienes lo que hacen son revanchas personales, como los casos de Gabriel Valverde, Miguel Loaiza, Delio Ojeda, por decir tres nombres de jugadores que no tuvieron un buen semestre en el anterior torneo y buscan reivindicarse en el actual, y que están jugando con corazón y mostrando toda su experiencia y trabajo táctico. A mí me preocupa bastante el aspecto humano, me interesa mucho que el jugador esté bien en todos los aspectos. Trato de protegerlo y hablar, buscar convivir en un buen ambiente. El compromiso es grande, se basa en trabajar y en mantener disciplina.
— ¿El fútbol boliviano está bien?
— Creo que creció bastante, prueba de ello es lo que hizo Bolívar, que alcanzó la semifinal de la Copa Libertadores de América, eso nos demuestra que es cuestión de mentalidad. Pero aquí debe dejarse de lado tanta envidia, tanta crítica entre los entrenadores, entre los equipos. Éste es un torneo de todos y estamos todos reunidos, debemos estar todos involucrados y llevarlo adelante. Hoy se ve mucha diferencia de opinión, muchas tendencias hacia una y otra corriente, y creo que esto no le hace bien al fútbol. Yo por lo menos trato de tener relación con los demás entrenadores, tener comunicación con ellos, hablo con Julio César Baldivieso, Mauricio Soria, Víctor Hugo Antelo. El intercambio debe ser así. En cambio, veo que existe mucho distanciamiento entre entrenadores nacionales, quienes deberían darse su espacio y acercarse.
— Usted dice que el fútbol boliviano mejoró, pero por ejemplo no se nota formación de divisiones menores…
— Los dirigentes tienen que darse cuenta de que se debe trabajar con niños y adolescentes que son el futuro. Es que los equipos salen a contratar cada temporada diez o doce jugadores, como lo hizo San José. En vez de incorporar a tanta gente se debe trabajar en las inferiores para tener siete u ocho futbolistas del club, en este sentido creo que hay que tener una mejor organización, una mejor inversión en lo económico, hay que darle un poquito más de posibilidades al trabajo de los técnicos de cada ciudad, debe haber más capacitación al interior de los clubes que trabajan en menores para encontrar promesas. Acá hay mucho celo y poco interés, por ejemplo yo intenté dar charlas para los técnicos de menores en Aurora y solo asistieron dos, no saben aprovechar estas posibilidades. Uno debe buscar siempre participar de seminarios, charlas, cursos para actualizarse cada vez más. A mí me gusta trabajar con divisiones inferiores y por qué no con la selección Sub-20. He tenido algún acercamiento por terceras personas, a mí me gusta el desafío de buscarle la mentalidad a los jóvenes, hacer un trabajo a largo plazo con jóvenes de 17, 18, 19 años; recorrer todo el país seleccionándolos, cambiar la mentalidad, hay que competir, formarse en el exterior, foguearse.
— Usted casi se va de San José al principio, ¿qué pasó para que se quedara?
— Bueno sí, quise dejarlo. Yo llegué para acompañar el torneo de la Sudamericana, para jugar apenas pude trabajar en dos sesiones de entrenamiento y viajamos a Chile. No notaba que había un compromiso entre los jugadores, no había una buena química, la directiva no estaba tan sólida y había otra suerte de situaciones, así que consideraba que no tenía que estar exponiéndome sin tener el tiempo prudencial. Pero la verdad es que el presidente del club tuvo mucho tino al proponerme que me tranquilice, que veamos la forma de buscar el tiempo para tener la posibilidad de rearmar el equipo y hacer una buena preparación. Aprovechamos algo el paréntesis que hubo y pudimos encaminar al equipo, ahora me siento cómodo en todos los aspectos con el plantel, la ciudad. A mí no me gusta estar donde no me sienta cómodo o donde no tenga que estar.
— San José siempre es protagonista en los torneos, pero en la recta final se cae. ¿Por qué cree que ocurre eso?
— Esta etapa de tres partidos es la más difícil de jugar contra equipos grandes. Ya lo hicimos con Bolívar y The Strongest, y ahora viene Oriente. Lo digo con humildad, a mí no se me escapa la posibilidad de lograr el título. Seguramente antes falló algo, no creo en las brujas, no creo en los santos, o la mala suerte o la maldición, no. Aquello no existe en el fútbol, simplemente en algo se debió haber fallado para que no se dé el logro que estaba buscando.
— El torneo está apretado, parece muy competitivo, ¿quién lleva ventaja para ser campeón?
— Creo que el que sume puntos de visitante podrá tener más chance de lograr el título. Hay planteles como Bolívar que tienen jugadores que vienen jugando juntos dos temporadas, The Strongest igual, Wilstermann se armó muy temprano; en cambio, San José se armó a último momento, hubo un cambio de entrenador, jugadores que no venían con ritmo de juego, algunos no tenían actividad o competencia. Ahora Blooming corre con ventaja, pero nosotros vamos a jugar y luchar hasta el final.
Nació en Argentina hace 48 años
Tres hijos
Miguel Ángel Zazhú nació en Buenos Aires en 1966 (tiene 48 años). Tiene tres hijos: Farid, Amira y Shara. Fue jugador de fútbol, integrante de Vélez Sarsfield, entre otros clubes de su trayectoria.
Trayectoria
Como entrenador empezó a dirigir en Paraguay, donde llevó a Nacional al ascenso. Además fue campeón con Sportivo Luqueño. Dirigió al Deportivo Aucas de Ecuador, y en Bolivia Aurora y actualmente a San José.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario