Durante este año, la ausencia de Kevin no fue cubierta, especialmente en la familia del joven hincha del equipo "santo" que llegó desde Cochabamba para presenciar el cotejo deportivo que protagonizaba el equipo de sus amores.
Kevin llegó con un familiar a Oruro, ingresó como cualquier hincha a la tribuna de Preferencia, la misma que era utilizada por los Gavioes da Fiel, barra del "timao" que llegó a Oruro para alentar al equipo brasilero en el partido que terminó empatado a 1. El muchacho de 14 años, no terminó de ver el partido pues luego de ser impactado por la bengala, fue trasladado a un centro médico pero lamentablemente llegó sin vida, por lo que a la conclusión del partido, fueron detenidos 12 brasileños, integrantes de la barra visitante.
Los mismos fueron remitidos a la cárcel de San Pedro por la presunción de su autoría en la muerte de Beltrán, aunque meses después, seis fueron liberados por no encontrar indicios de su culpabilidad y luego, el 2 de agosto, fueron liberados los otros seis.
Antes de la liberación de los hinchas brasileños, un menor de 18 años, se presentó en Brasil como el autor directo de la muerte del joven boliviano, pero por ser menor de edad no se lo pudo imputar ni ser condenado a prisión.
A la fecha no se encontraron responsables de la muerte de Kevin y la familia aún llora su partida pese a que fueron varias las ofertas de recibir dinero para consolar el dolor, en principio fueron 200 mil, luego 50 mil dólares y al final se desconoce si la familia recibió o no el dinero.
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