Ministro de Deportes de Brasil pide castigo

Opinion



El ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, expresó ayer su “profundo pesar” por la muerte de un hincha de San José durante un partido del Corinthians y condenó la violencia en el fútbol. Asimismo exigió un “castigo ejemplar” para los culpables.

Rebelo se solidarizó con los familiares de Kevin Douglas Beltrán Espada, de 14 años, quien falleció tras ser impactado en el rostro por un petardo, supuestamente lanzado por hinchas del equipo brasileño durante el partido disputado el pasado jueves con el club San José, en la ciudad de Oruro, por la Copa Libertadores.

Mediante una nota oficial en la que calificó de “inaceptable” todo tipo de violencia en el deporte, el ministro señaló que su despacho “aguarda la conclusión de las investigaciones a fin de que sean descubiertos los culpables”, para quienes exigió un “castigo ejemplar”.

El Corinthians también divulgó una nota en la que manifestó la “consternación” causada por la “pérdida irreparable” del joven y declaró siete días de luto por lo que consideró una “fatalidad”.

Según confirmaron las autoridades bolivianas, doce hinchas del Corinthians están detenidos en Oruro por el incidente que le costó la vida al joven espectador en el estadio Jesús Bermúdez.

EN BOLIVIA El gobernador del departamento de Oruro, Santos Tito, declaró luto regional y lamentó la pérdida de la vida del joven Beltrán.

La primera autoridad del departamento manifestó que se debe aplicar “todo el peso de la ley” para que se evite un hecho similar en el país.

“Todos lo hemos visto junto a las autoridades departamentales, municipales y veedores de la Conmebol, en una actitud vandálica, los hinchas del Corinthians han disparado un elemento explosivo”, declaró Jorge Ustares, secretario general del Gobierno Municipal de Oruro.

Por su parte, el presidente del San José, Freddy Fernández, declaró que el proyectil fue lanzado desde la barra de Corinthians “con mala fe” para causar daño entre los otros asistentes, por lo que pidió una sanción ejemplar para los responsables de la muerte.