El Deber
Marcos Rodolfo Ferrufino dice que tiene una estrella que lo guía en el fútbol. Como jugador fue exitoso, sobre todo en filas de Bolívar, con el que dio varias vueltas olímpicas. Tras su retiro se dedicó a la dirección técnica y en su primera experiencia en el ámbito profesional se consagró campeón con San José en 2007. Desde abril de 2008 no se sabía nada de él en el ámbito futbolero, hasta que Real Mamoré lo contactó y fue su técnico en los últimos seis partidos del torneo Clausura. Con una gran campaña, logró que el beniano eludiera la zona de descenso y estuvo a punto de clasificarlo a la segunda fase.
- ¿Cómo fue esta ‘aventura’ de agarrar, a poco del final, un equipo condenado al descenso y liberarlo de todo en pocos partidos?
- Decidimos arriesgar porque a nosotros nos gustan los retos. Estábamos sin trabajar y nos animamos junto con el profesor Teodoro Cárdenas a viajar, en principio a Buenos Aires, a fin de hacer un seguimiento al trabajo del Club Huracán. Estuvimos durante 15 días y aprendimos mucho. Cuando retornamos volvió la preocupación porque no aparecía nada, hasta que surgió el llamado de Real Mamoré. Analizamos la situación en la que estaba y, aunque era difícil, no era imposible. No nos fijamos mucho en la parte salarial, ésta tampoco era buena, pero queríamos trabajar y demostrar que los profesionales nacionales somos capaces.
- ¿Por qué Real Mamoré no obtuvo buenos resultados en gran parte del torneo y, de pronto, logra una seguidilla de triunfos que lo sacan del descenso?
- La gente, en la calle, nos contaba que en el plantel había indisciplina. Nunca supimos si era cierto o no. Nosotros, desde el primer día, fuimos claros con los jugadores, les dijimos que la disciplina era la base del trabajo, unimos al grupo, hicimos que el día a día fuera ameno y sobre todo pusimos normas de entrada, como la puntualidad, que es lo primero que debe existir en el profesionalismo. Los jugadores entendieron el mensaje y no tropezamos con problemas disciplinarios en ningún momento.
- Real Mamoré, aparte de salvarse, peleó hasta el último momento para clasificarse. ¿Este equipo tenía para dar más?
- Hubiésemos querido agarrar al equipo antes, o por lo menos con cinco unidades sumadas. La cosa habría sido diferente. Pero no nos lamentamos, lo que hicimos fue trabajar, apostar por lo nuestro, arriesgarnos a ver hasta dónde llegábamos. Aquí hay que destacar la voluntad, las ganas que le pusieron los 30 jugadores. Sumamos la cantidad necesaria para salvar al equipo, nos faltó un poco para clasificarlo, pero lo primero era el librarse del decenso.
- ¿Cómo se adaptó a un equipo desconocido y con problemas?
- El corto tiempo lo aprovechamos bien, el profesor Teodoro Cárdenas programó labor en doble turno para recuperar a los jugadores en la parte física y corregir en la táctica las deficiencias en defensa y en ataque. El cuerpo técnico trabajó al máximo y la respuesta del grupo de jugadores fue generosa. Los resultados así lo afirman.
- ¿Qué papel tuvieron el cuerpo técnico, por una parte; el equipo, por otra, y los dirigentes? ¿También jugó la afición ?
- Tal vez al principio la afición no creyó, el club había cambiado ya varios entrenadores y seguía en el fondo; sin embargo, tras el primer triunfo ante Universitario la gente reaccionó, se dio cuenta de que el equipo había cambiado de actitud. Nosotros fuimos a trabajar, no fuimos a robarle ni a sacarle el dinero a nadie. La dirigencia nos dio total apoyo para cambiar y ése fue un respaldo importante. En los últimos partidos la hinchada retornó al Gran Mamoré, renacieron el apoyo y la alegría, hasta habían las tradicionales olas mexicanas. Uno miraba hacia la tribuna y veía rostros sonrientes.
- ¿Cuál es el mensaje que se puede rescatar de lo que sucedió, con varios técnicos que pasaron antes y no pudieron hacer nada, y uno que llegó el final y logró lo que ningún otro pudo?
- A mí no me gusta hablar de la gente que trabaja en mi rubro y menos de la que estuvo antes, pero hay cosas que molestan bastante, pasaron cosas de las que me enteré y ojalá este tema podamos analizarlo en algún otro momento. Simplemente, esto nos deja como enseñanza, y ojalá que a los dirigentes también, que en el país hay material humano con capacidad.
- ¿Cree que los resultados como los que se dieron con Real Mamoré, invitan a que se crea en el profesional boliviano?
- Primero, uno no debe creer que porque fue buen jugador, puede ser buen técnico, uno debe estudiar, prepararse y en mi caso, aparte de ello, tengo las enseñanzas del profesor Teodoro Cárdenas que es un profesional de gran capacidad y cualidades; además, a él le gusta compartir lo que sabe, le encanta estar actualizado, lo que dice mucho de él, y, sobre todo, te impulsa a seguir cultivándote. El fútbol es muy cambiante y para ello hay que leer y observar bastante. Considero que en el país existe potencial, simplemente que los dirigentes deben confiar y arriesgar junto con ellos para sacar adelante al fútbol boliviano. Lamentablemente a los directivos les gusta la gente extranjera y muchas veces ni siquiera saben lo que contratan. Ojo, no estoy en contra de los entrenadores de afuera, porque en algunos casos dejan enseñanza.
- ¿Resultó diferente dirigir a un equipo de Trinidad con respecto a hacerlo en Oruro con San José?
- Nosotros, siendo orureños, recibimos más cariño en Trinidad que en Oruro. El recibimiento y el apoyo de la gente beniana fue desde el primer momento. Uno a veces piensa que porque es de occidente las cosas serán diferentes, pero esa afición nos hizo sentir como en casa, por ello le agradecemos su calidez y amabilidad.
- Ferrufino ha dirigido poco, apenas dos clubes ligueros, ¿está consolidado como DT?
- No, uno nunca deja de aprender, todavía me falta mucho, sufrí para llegar a este lugar, para dirigir equipos profesionales, me costó porque primero dirigí divisiones menores, creando mi escuela; luego fui técnico de equipos de la asociación como Don Bosco y quiero agradecer a sus dirigentes; luego Zuraca, equipo con el que estuvimos a punto de salir campeones, pero los dirigentes decidieron sacarlo del torneo. En San José primero fui asistente técnico de Vladimir Soria y, finalmente, pude dirigir en la Liga. Hice un proceso.
- El jueves por la noche, en Potosí se dio otro resultado. ¿Qué opina con respecto a Wilstermann, que estuvo metido en la zona del descenso y cuál es su opinión sobre Nacional Potosí?
- A veces los dirigentes no toman en serio las cosas, y como está el fútbol, sabemos que debemos mejorar. Necesitamos por lo menos entre ocho a diez años para hacer un proceso y en ese tiempo cambiar todo esto, ojalá se dé la oportunidad, porque todos los que estamos inmiscuidos en el fútbol debemos trabajar en forma conjunta. Uno ve a equipos grandes como Wilstermann, que adeuda a su plantilla tres o cuatro meses de salario, y aquello repercute en el rendimiento del grupo. O la inexperiencia de dirigentes como los de Nacional Potosí, que por no tener roce pecaron en muchas cosas. Es diferente estar en la asociación que en el profesionalismo.
- Sobre Nacional, ¿tiene algún sentimiento por haber sido Vladimir Soria el que haya tenido que sufrir el descenso? Se lo pregunto porque usted, en su época de jugador, con Soria más que compañeros, fueron buenos amigos.
- A mí me da mucha pena, pero el fútbol es así; uno aprende con cosas que le pasan en la vida y en Nacional Potosí seguramente aprendieron mucho. En relación a Vladi, tengo un sentimiento de tristeza porque él ganó cosas importantes, sobre todo con Bolívar. Creo que es un técnico capaz, sé que se va a levantar, va a mirar para el frente por su personalidad y capacidad, porque es un entrenador al que le gusta aprender y superarse, y seguro que en el próximo torneo estará en algún equipo.
- A propósito, ¿qué recuerdos tiene Marcos Ferrufino de su época de jugador?
- Tuve vivencias importantes en los diez años que jugué en Bolívar, creo que fueron ocho títulos ganados. Participé en varias Copa Libertadores. Tuve que dejar el club por los problemas con Antonio López. Luego fui a The Strongest, otra gran institución, después recalé en mi tierra, Oruro; finalmente, a pedido de mi amigo y técnico Fernando Salinas, a quien le envío saludos, fui a Unión Central de Tarija, donde concluí mi época de jugador. Siempre me consideré un jugador con mucha regularidad.
- Después de retirarse, ¿cómo nació la idea de seguir la carrera de director técnico?
- Bueno, creo que nací con una estrella porque el primer año que fui jugador profesional logré el título con Bolívar. Ingresé como asistente técnico de Vladimir Soria, que me invitó a acompañarlo cuando hice el curso de entrenador en la Escuela de Técnicos de La Paz, y fuimos campeones; luego dirigí a nivel profesional a San José y en mi debut fui campeón.
- ¿En base a su experiencia como jugador, comenzó a dirigir?
- Me puse como objetivo el de estudiar y lo hice, lo que me dio mayores luces para continuar en lo que más me gusta, que es el fútbol; posteriormente asistí al primer congreso de entrenadores que se realizó en la Argentina y creo que la decisión que tomé fue la ideal. Si bien la experiencia te ayuda, a la misma hay que acompañarla con conocimientos, con estudios.
- ¿Dirigir a San José fue por una casualidad?
- Bueno, por esas cosas que tiene el fútbol Vladimir Soria dejó San José, entonces me pidieron que me hiciera cargo y decidí aceptar con una grata experiencia, porque con el trabajo del profesor Teodoro Cárdenas y el buen comportamiento y entrega de los jugadores, pudimos salir campeones.
- ¿Su futuro está asegurado con el equipo de Trinidad o mirará otras opciones en 2010?
- Bueno, con Real Mamoré terminamos el contrato en el último partido. Ellos tienen la prioridad para que pueda continuar el proyecto y si las condiciones no se dan, seguramente aparecerá un nuevo desafío con el profesor Teódoro Cárdenas, con quien hicimos un convenio de trabajar juntos como orureños que somos y aportar para que nuestro fútbol mejore.
- ¿Cómo se define como DT?
- Soy un entrenador que se dio cuenta de que en el fútbol uno debe ser un padre y amigo para los jugadores, porque si les das ventajas a los futbolistas abusan, por ello uno debe poner las reglas claras, mimar a sus futbolistas, cuando corresponde, ser duro otras veces; por ello hay que tratar de ser equilibrado. A mí me gusta dialogar, pero cuando hay que corregir con un carajazo, hay que hacerlo, porque sirve de mucho para que reaccionen los jugadores.
- ¿Qué técnico le dejó más enseñanzas?
- Los llevo siempre en mi mente a Moisés Barack, que me hizo debutar en la Liga, inculcándome disciplina y puntualidad; y a Jorge Carlos Habbeger, un estudioso del fútbol que en su primer paso por Bolívar dejó muchas cosas positivas.
El perfil
Orureño apasionado por el fútbol
Marcos Rodolfo Ferrufino nació en Oruro, el 25 de abril de 1963.
Está casado con Sandra Rojas y iene tres hijos: Marcos Mauricio, Douglas Rodolfo y Stefano Romar.
En su trayectoria como futbolista profesional jugó 10 años en Bolívar, también actuó en The Strongest, San José y Unión Central, que son equipos ligueros. Antes, a nivel de asociación, integró 31 de Octubre y Always Ready.
En su trayectoria como entrenador sólo ha dirigido a dos equipos ligueros. A San José lo sacó campeón en 2007 y luego lo dirigió en la Copa Libertadores de América 2008. Con Real Mamoré estuvo los últimos seis partidos del torneo Clausura, salvándolo del descenso directo e indirecto.
Las frases
“De entrada pusimos normas. Les dijimos que la disciplina era la base y unimos al grupo”
“Necesitamos entre ocho o diez años para hacer un proceso y cambiar todo esto”