LA PRENSA
El artífice principal del título fue el brasileño Álex da Rosa. Su gol hizo que San José pudiera dar anoche la “vuelta olímpica” ante su afición. Pero él no quiso acompañar ese festejo y prefirió meterse en el vestuario.
“No festejé porque prometí que si salía campeón no lo iba a hacer. Sólo nosotros, en nuestro interior, sabemos qué pasó aquí adentro, hasta quisieron (algunos dirigentes e hinchas) echar al entrenador. Por eso, yo preferí compartir esta celebración en la intimidad con el entrenador, con el profesor Marcos Ferrufino”, sostuvo Da Rosa.
Cuando todo el plantel llegó al vestuario se encendió una fiesta entre cuerpo técnico y futbolistas. Cánticos, gritos, algarabía total. “Campeones, campeones, campeones...”, repetían los “santos”.
“Hice el gol del triunfo y eso me deja muy contento. Fue una buena acción, un pelotazo de Sandro (Coelho) que me quedó bien, encaré y convertí. Este título lo queríamos hace rato y lo hemos logrado”, agregó el goleador.
Fue para él el cierre de temporada más increíble, después de que comenzó mal, cuando en Blooming tuvo problemas y no llegó a jugar en el torneo. “De allá me echaron, no los jugadores, sino otros. En realidad mis compañeros me apoyaron y el único que me dio la espalda fue Álvaro Peña (el técnico). Aquí (en San José) me recibieron con los brazos abiertos, me apoyaron, y estoy feliz porque conseguí mi tercer título (con The Strongest obtuvo dos)”.
Álex da Rosa no habló mucho más. El vestuario era una “locura” y él se metió en medio de ella para compartir la celebración.
El artífice principal del título fue el brasileño Álex da Rosa. Su gol hizo que San José pudiera dar anoche la “vuelta olímpica” ante su afición. Pero él no quiso acompañar ese festejo y prefirió meterse en el vestuario.
“No festejé porque prometí que si salía campeón no lo iba a hacer. Sólo nosotros, en nuestro interior, sabemos qué pasó aquí adentro, hasta quisieron (algunos dirigentes e hinchas) echar al entrenador. Por eso, yo preferí compartir esta celebración en la intimidad con el entrenador, con el profesor Marcos Ferrufino”, sostuvo Da Rosa.
Cuando todo el plantel llegó al vestuario se encendió una fiesta entre cuerpo técnico y futbolistas. Cánticos, gritos, algarabía total. “Campeones, campeones, campeones...”, repetían los “santos”.
“Hice el gol del triunfo y eso me deja muy contento. Fue una buena acción, un pelotazo de Sandro (Coelho) que me quedó bien, encaré y convertí. Este título lo queríamos hace rato y lo hemos logrado”, agregó el goleador.
Fue para él el cierre de temporada más increíble, después de que comenzó mal, cuando en Blooming tuvo problemas y no llegó a jugar en el torneo. “De allá me echaron, no los jugadores, sino otros. En realidad mis compañeros me apoyaron y el único que me dio la espalda fue Álvaro Peña (el técnico). Aquí (en San José) me recibieron con los brazos abiertos, me apoyaron, y estoy feliz porque conseguí mi tercer título (con The Strongest obtuvo dos)”.
Álex da Rosa no habló mucho más. El vestuario era una “locura” y él se metió en medio de ella para compartir la celebración.
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