Un triunfo Sufrido pero triunfo al fin punteros abosolutos.
Mantener la punta del hexagonal final liguero le costó a San José más de lo que aparenta el score (4-2), pues Wilstermann fue un durísimo adversario y estuvo a punto de amargarle la tarde, ayer en el estadio Jesús Bermúdez, de Oruro.
El partido se definió en los últimos 14 minutos, porque hasta el 31, cuando Bejarano le pegó al esférico de manera estupenda para anotar de tiro libre, el empate estaba sellado y “Wilster” había hecho mucho para merecerlo.
Pero un minuto después, la figura de la cancha, Da Rosa, convirtió el tercero para el “Santo” y luego Gómez se encargó de anotar el cuarto a través de un penal que el árbitro Joaquín Antequera se inventó.
El partido en sí fue uno de los mejores que se haya jugado en este hexagonal y mucho tiene que ver para ello la apuesta ordenada y ofensiva de San José y la respuesta de “Wilster”, que de mitad de cancha para atrás actuó bastante sólido en varios pasajes del lance, y cuando fue hacia adelante, aunque no de manera muy frecuente, hizo bastante daño.
Con pocas situaciones de peligro generadas de parte de San José, por más de 30 minutos el juego fue equilibrado, con mucha lucha en la mitad de la cancha, donde el “Santo” sacó ligera ventaja gracias a la tarea de Da Rosa. Cuando pudo por fin superar el sector defensivo visitante, Hugo Suárez estuvo acertado y respondió bien.
“Wilster” había insinuado un tímido ataque recién a los 28 minutos, sin consecuencias, pero a los 39’ hubo una acción que hay que tomarla como la primera “en serio”, Sossa le pegó al esférico haciendo que éste rebotara en el palo, y Pedriel, muy despierto en la reacción, lo anidó en el fondo del arco, con el golero Vaca completamente vencido.
No dejaba de ser una sorpresa que Wilstermann hubiera sido el de la apertura de la cuenta, aunque la alegría no le duró mucho, pues a los 42’ Da Rosa recibió dentro del área el esférico y de derecha lo mandó a la red —con previo rebote en Olivares— haciendo inútil la estirada de Suárez
Los primeros minutos de la segunda mitad fueron de un dominio “Santo”, como no había sucedido hasta entonces en el partido. Da Rosa se perdió el segundo tanto a los 4 minutos, en un mano a mano que Suárez le ganó cubriendo muy bien el ángulo.
Pero la insistencia del conjunto local, por lo general buscando atacar en bloque y por diversos frentes, rindió frutos a los 14 minutos, merced a una internación de Reyes hasta casi la línea de sentencia para lanzar un centro hacia atrás que Saucedo lo capitalizó.
El 2-1 hizo que San José bajara el ritmo de juego, pero además le concediera demasiadas ventajas a Wilstermann, que por intermedio de Sossa estuvo por lograr el empate (m.26), pero su disparo fue muy débil y además desviado.
Cinco minutos después, Antequera cobró un tiro libre al que Bejarano le sacó tajada con una “caricia” de zurda, el esférico viajó por encima de la barrera y se introdujo en el ángulo izquierdo del arco de Vaca.
San José sufría el empate como castigo por haberse dejado estar, aunque lo mejor de la tarde fue su reacción inmediata, porque después de sacar el balón desde el centro, atacó con fuerza y un pase de Gómez a Da Rosa le permitió a éste, después de dar media vuelta, rematar con derecha convirtiendo el tercero (m.32).
No se llegó a saber si a Wilstermann aún le quedaban fuerzas para volver a intentar la igualdad, pues a los 36 minutos el árbitro Joaquín Antequera cobró mano, cuando en realidad el balón pegó accidentalmente en el zaguero “rojo”, y Gómez no se equivocó cambiando el penal por gol, un minuto después, engañando con su disparo bien colocado a Suárez, quien eligió tirarse a la derecha sin éxito.
El 4-2 resulta holgado para San José cuando en realidad el partido no lo fue, y el “Santo” tuvo que exigirse mucho y sufrir, pero sin bajar los brazos nunca, para conservar la punta del hexagonal en su última presentación en casa, porque en las tres fechas finales tendrá que jugársela por el título y la clasificación a una Copa visitando a The Strongest, Blooming y Wilstermann.
EL JUGADOR NÚMERO 12
Las tribunas habilitadas del estadio Bermúdez estuvieron repletas. El público “santo” se volcó masivamente a ese escenario dejando en boleterías más de 200 mil bolivianos de recaudación, que le caen muy bien al club local. No hay duda de que cuando a un equipo le va bien en materia de resultados, su gente no duda en respaldarlo de cerca. Además, fue el último partido de San José en Oruro, porque ahora le quedan tres visitas en las últimas tres fechas del hexagonal final.
DISMINUIDO, PERO BIEN
A Wilstermann le faltaron varias de sus figuras que ni siquiera fueron convocadas al banco de suplentes. Según el reporte “aviador”, Daniel Juárez, Diego Bengolea, Julio César Junco, Marcelo Carballo y Daner Pachi no fueron tomados en cuenta por lesión. De ahí que sólo cinco jugadores hubieran conformado el banco de suplentes y, de ellos, sólo uno ingresara en el terreno de juego como sustituto. A pesar de las bajas, el conjunto de Vladimir Soria jugó mejor que en sus anteriores partidos.
UN AMARGO REGALO
El club Wilstermann cumplió 58 años de existencia el sábado. El “Aviador” fue fundado el 24 de noviembre de 1949. Pero su primer plantel —que hizo grandes esfuerzos, pese a que la directiva lo tiene olvidado y no le paga hace meses— no pudo regalarle un buen resultado ayer en Oruro.
De esos 58 años de vida institucional, Otoniel Novillo, el kinesiólogo “aviador”, está ligado a la entidad durante 47. Toda una vida.
PINTADOS DE AMARILLO
El árbitro Joaquín Antequera empezó a sacar tarjetas amarillas a los 2 minutos del segundo tiempo, cuando se la mostró a Vargas, de Wilstermann. Durante la primera mitad no había amonestado a ningún jugador. En el periodo complementario también sancionó a Bejarano (m.9), Oliva (m.19) y Butrón (m.46), de Wilstermann, y a Pizarro (m.24) y Ribera (m.41), de San José.
EN LA COLA
Wilstermann perdió toda chance de pelear siquiera por alguna clasificación a torneo internacional. Con apenas tres puntos sumados (al único que venció fue a The Strongest en el valle), cierra la tabla de posiciones del hexagonal final. En caso de ganar los tres encuentros que le quedan haría 12, que no le alcanzarían para nada. Al “Aviador” sólo le queda jugar por cumplir y tal vez para amargarle la vida a uno de sus próximos rivales.
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