Ovidio Messa, tarijeño, nacido el 12 de diciembre de 1952, fue uno de los jugadores más talentosos que ha dado nuestro fútbol.
Jugó mucho, alcanzó todos los honores y se retiró —a mediados de los ochenta— con la ilusión puesta en la tarea de entrenador.
Ha sido técnico de los principales elencos del país, y ahora —después de un paréntesis que se impuso a sí mismo— acepta el cargo más difícil.
EL FUTBOLISTA
Surgió en filas de Petrolero, y ya era figura (The Strongest, Chaco Petrolero, Libertad de Paraguay y Bolívar) cuando se fundó la Liga.
Siguió siendo futbolista de primer plano —un gran gestor de jugadas, pero también un goleador— hasta cerrar su ciclo en el elenco “atigrado” de 1986.
Con varios planteles estuvo en la Copa Libertadores de América, en ese torneo sudamericano disputó 32 cotejos y anotó 13 goles.
Llegó muy joven a la Selección, debutó en ella el 11 de junio de 1972: fue en Curitiba, Brasil, con motivo de la Copa Independencia, el rival de ese día era Perú. Le tocó debutar en un plantel en el que jugaban Jesús Herbas, Iriondo, Rimazza, Juan Carlos Fernández y Ramiro Blacut, para citar a unos pocos.
Messa anotó su primer gol de Selección el 31 de marzo de 1973, en La Paz, ante Paraguay, y se despidió en Lima, el 4 de septiembre de 1983, precisamente ante Perú, que había sido el adversario del primer cotejo.
EL TÉCNICO
En 1991 y en Bolívar tuvo su primera tarea como técnico liguero: fue un corto interinato (dos meses) entre Jorge Habegger y el uruguayo Juan Eduardo Hohberg; en su plantel estaban consagrados como Etcheverry, Sandy, Salinas, Soria, Borja, Hirano y Carlos Ángel López.
Siguió con San José (1992), Chaco, Independiente Petrolero, The Strongest (en dos ocasiones), Real Santa Cruz, Oriente Petrolero (en varios periodos) y Wilstermann.
En Oriente logró una de sus mayores satisfacciones como técnico al ganar el segundo certamen del año 2000.
Fue ayudante de la Selección en dos ocasiones, con Habegger en 1989 y Veira en 1999.
buen borracho
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